EVITA LOS PIES RESECOS






Si quieres tener unos pies sanos y bonitos, es decir, sin grietas ni durezas, entonces debes preocuparte porque no se resequen. Este problema es más común durante los meses de verano, puesto que pasan mucho más tiempo expuestos a factores y agresiones externos, y vamos a darte una serie de consejos para mantenerlos hidratados. Síguelos al pie de la letra, nunca mejor dicho, para que estén bonitos, saludables y suaves.
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Pies sanos

Exfoliación

Basta con dedicarle unos minutos cada semana, cuando te duchespuedes exfoliarlos para evitar la aparición de durezas y callosidades. Existen numerosas cremas y geles, pero también está la famosa piedra pómez. Debes realizar esta tarea con los pies limpios y enjabonados, después pasar la piedra exfoliante por las zonas más propensas a tener durezas como los talones o la parte delantera de la planta del pies, y por último aclararlos con abundante agua.

Hidratación

Puedes aplicar cada día una crema hidratante para evitar la resequedad en los pies. Existen algunos productos y lociones más específicos que nutren y protegen la piel, aunque también puedes optar por la vaselina, que repara las zonas dañadas. En cualquier caso, debes aplicar el producto hidratante sobre los pies limpios y mediante movimientos circulares, sobre todo en el talón. Si lo haces justo antes de dormir, dejarás que actúe durante toda la noche.

Baño de pies

Evita la resequedad con un baño de pies, es una actividad muy relajante a la par que efectiva. Además, puedes hacerlo mientras ves la tele, lees un libro... Para ello, rellena un barreño con agua tibia, agrega unas sales marinas y unas gotas de algún aceite esencial. Deja los pies ahí dentro durante unos 20 minutos ¡y listo! ¡No tendrás que hacer nada más! Puedes practicar esta tarea cuando quieras, pero te recomendamos que lo hagas de forma más o menos habitual. Y cuando lo pruebes seguro que te enganchas.

Calzado

El calzadoes muy importante, sobre todo si estás todo el día fuera de casa, por eso te recomendamos que no calces alguno que esté deteriorado o que no corresponda con la época del año. Un calzado malo o inadecuado repercutirá en tus pies de forma negativa, porque sudaránmás, te molestarán, te causarán lesiones o dolores... En cambio, uno adecuado tan solo aporta beneficios, comodidad y bienestar, tanto para tus pies como para todo tu organismo.

Invierte en salud, que al fin y al cabo es mejor prevenir que curar. Y preocuparte por los pies no cuesta demasiado, hablamos de tiempo y de dinero. Tan solo debes decirle unos minutos cada semana y, sobre todo, voluntad. Si lo haces, tendrás unos pies bonitos, sanos y suaves, ¿qué más se puede pedir?

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