Si en estos momentos posees algunas pequeñas heridas que deseas tratar tal como las curaban nuestras abuelas, no te pierdas este mini consejo de Remedios Caseros.
CALABAZAS |
CALABAZAS PARA LAS HERIDAS
Para calmar el dolor de las heridas leves y acelerar su curación, las abuelas aconsejaban rallar la pulpa de una calabaza cruda y aplicarla sobre la zona afectada, fijándola con una gasa. Cambiándola cuando se secase, tantas veces como sea necesario, hasta que se alivie el dolor.
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