¿ERES HIPOCONDRIACO? II

Si te gusto la primera entrega de los agentes bacterianos cotidianos, hemos elaborado un listado con otros que pueden estar más presentes de lo que creemos, a menos que le pongamos un remedio o una solución práctica e higiénica lo antes posible.

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Salud

Colchón y almohada
Los colchones y las almohadas son fuentes de ácaros, si quieres evitarlos lava el colchón sobre el que duermes y la almohada sobre la que reposas con relativa frecuencia. Debes hacerlo a una temperatura de al menos 55º centígrados para acabar con todos ellos. Ten en cuenta que, de puedes llegar a pasarte una tercia parte de cada día sobre los colchones, ¿eres consciente del riesgo al que te expones mientras duermes?

Tabla de cortar

Tras cada uso se deberían meter en las lavavajillas y desinfectar con agua caliente. ¿Por qué? Porque acumulan hasta 200 veces más cantidad de bacterias fecales que un inodoro, ¿te parece un motivo suficiente? Asimismo, deberías cambiarlo con relativa frecuencia.

Baños públicos

Ni que decir cabe que los baños públicos son una fuente de microorganismos. Por eso, ten mucho cuidado con el baño que elijes. Diversos estudios afirman que los primeros, es decir los que están más cerca de la puerta, suelen ser los que menos bacterias aíslan.

Ropa nueva

Nuevo no significa limpio. Antes de que hayamos ido a comprar, ha pasado por muchas manos: dependientes, equipo de logística, supervisores... por no hablar del resto de clientes que hayan manoseadola prenda antes de descartarla. Probablemente, hasta se la hayan probado antes. Por ese motivo de higiene, se recomienda lavar la ropa antes de estrenarla.

Trapos y estropajos

No solo porque estén en contacto directo con los restos de comida y la suciedad, lo cual ya acoge de por sí a numerosas microorganismos, sino también porque están sometidos a unas condiciones de humedad muy elevadas, de modo que el riesgo de supervivencia y regeneración va en aumento.

Objetos que tocamos

Por supuesto que en esta lista no podían faltar los objetos cotidianos que tocamos una y otra vez, pero no nos referimos a los que tocamos solamente nosotros, sino los que tocan todos los demás. El carrito de la compra, la barra de sujeción del autobús, los botones del cajero automático, la carta de un restaurante... Puede que nosotros hayamos tenido cuidado, pero ¿y los demás? Pondríamos la mano en el fuego a que al menos una persona lo ha tocado con las manos sucias y llenas de gérmenes.
Después de haber leído todo esto, ¿te consideras una persona hipocondríaca? ¿Sigues al pie de la letra todos estos pasos? No está de más ser preventivo, pero como consejo vamos a pedirte que tampoco te obsesiones.
 
 
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 FOTO POR CORTESÍA: ellahoy.es

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