Inevitablemente todos crecemos. Se trata de un proceso paulatino, pero hay algunas señales que hacen evidente que el paso de los años está haciendo mella. He aquí algunos síntomas que te harán replantearte muchas cosas.
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Sábado por la noche
Antes querías salir de fiesta hasta el amanecer, las resacaseran un desconocido y una horas de sueño se convertían en un remedio totalmente reparador. En cambio, ahora prefieres pasar el fin de semana metido en casa y no cambiarías nada por ver una película en el sofá mientras estás tomando palomitas y te tapas con una manta.
Amigos
Las novedades de tus amigos solían ser viajes por el mundototalmente improvisados, ahora empiezan a irse a vivir con su pareja, se casan, tienen hijos... Es decir, que tu círculo de amistades sufre cambios importantes; no tienen por qué ser malos, desde luego, pero implican una nueva forma de relacionarte con ellos y organizar planes conjuntos.
Cuidado personal
Abre el armario de tu cuarto de baño, ¿qué tienes? Si guardas cremas corporales, cremas faciales, antiarrugas... Entonces es que te empiezas a dar cuenta de que tu cuerpo ya no es el de un adolescente y quieres hacer alguna ligera mejora.
Dieta
Si tu menú de la semana solía ser pasta, pizza, patatas fritasy refrescos, pero ahora lo has sustituido por delicatessen o por alimentos más saludables, entonces es que ya no eres el joven que llevabas dentro. No es malo, solo es un cambio.
Música
Seguro que ya no estás tan puesto en música ni conoces a gran parte de los artistas juveniles ni emergentes en el sector. Antes salías de fiesta o acudías a concierto con mucha más frecuencia, pero seguro que también has periodo tiempo hasta para innovar y descubrir a nuevos talentos del mundo de la música.
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