En la actualidad el estrés y la ansiedad se hace constante en las vidas diarias de todas las personas. Así qué, realizar las tareas cotidianas debilita e incluso agobia. El cansancio hace su aparición en los rostros. El agotamiento físico, psíquico y emocional es constante y el cansancio aturde en demasía. El cuerpo y la mente no rinden como deben. La máquina física parece que se le van acabando las pilas y se llega a un nivel muy bajo de energía.
EL CUERPO Y LA MENTE EN LA ACTUALIDAD
Las defensas bajan y las enfermedades hacen su gran aparición. Cuesta respirar porque siempre se anda corriendo de un lado para otro como si de ello dependiera la vida. Nada más lejos de la realidad. En la era del consumismo todo es correr, comprar y ahogarse en penas cuando no se dispone de efectivo suficiente para pagar las deudas económicas contraídas en el hogar.
Una triste pena, es que la humanidad siga ciega, cuando se disponen de verdaderas maravillas para ser disfrutadas: el sol, mar, viento, lluvia, flores, entre otras bellezas que aporta la naturaleza. Pero, no, los humanos nos pasamos el día quejándonos: que si hay mucho sol, si la lluvia ha conseguido aguar las vacaciones, estas flores no me gustan en la puerta de casa porque traen bichos... siempre quejas tras quejas sin sentido.
LOS NIÑOS ACABAN EN OCASIONES CON LOS NERVIOS DE LOS ADULTOS
Y ni qué hablar, de cuando los gritos y juegos de los niños nos molestan, siendo lo más maravilloso que nos regala la naturaleza a las familias. Parece como si ya no se soportara nada ni a nadie. Nos estamos volviendo cada vez más materialista, y menos sensibles ante los demás.
Deseamos una casa intacta y limpia porque pensamos que así los vecinos no nos criticarán, por ello incluso muchas personas se piensan dos veces dar la merienda a los niños, sobre todo cuando se trata de ofrecer dulces con chocolate, ya que las cortinas de casa pudieran peligrar ante la posibilidad de acabar ensuciándose de las manitas de los pequeños, entre otras situaciones incomprendidas.
Deseamos una casa intacta y limpia porque pensamos que así los vecinos no nos criticarán, por ello incluso muchas personas se piensan dos veces dar la merienda a los niños, sobre todo cuando se trata de ofrecer dulces con chocolate, ya que las cortinas de casa pudieran peligrar ante la posibilidad de acabar ensuciándose de las manitas de los pequeños, entre otras situaciones incomprendidas.
Sin embargo, es de gran importancia saber y tomar conciencia de que las personas y las familias deben dar gracias, por ese don que poseen, el más valioso del mundo entero, que es traer hijos al mundo. Es una maravilla de la naturaleza, todo un Don Bendito. Pero no, a veces parece que la mejor opción es la peor: criticar y estresarse en la recién y nueva Era del consumismo, e incluso el egoísmo personal.
AYUDARSE UNOS A OTROS NO ESTÁ DE MODA
El ayudarse unos a otros ya no está de moda. El vivir egoístamente, y sin mirar al prójimo que realmente lo están pasando mal es el pan de cada día. Comprar, entretenerse, vivir a lo loco y con prisas, es la moda de la Era del Consumismo. El estrés, la enfermedad y el sin vivir del nerviosismo están a la orden del día. La vida en la actualidad se ha convertido en una auténtica locura. ¿Pero existe alguna buena solución a esta ilógica situación? Sí, que la hay. ¿Cómo se llama? MEDITACIÓN
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