¡En España mueren más de 63.000 personas por ataques cardíacos¡ y existen soluciones al alcance de las administraciones locales. Caso omiso por parte de las mismas, y es verdaderamente una lástima, teniendo en cuenta que existen vidas en juego.
El número de muertes por paradas cardiorespiratorias (comúnmente conocido como ataque al corazón) sucedidas en espacios públicos deberían de suponer una de las principales preocupaciones para la salud pública ya que cuadruplican la muertes por accidente de tráfico. No obstante no ha tenido el respaldo suficiente por parte de las mismas en comparación a las acciones desarrolladas para prevenir los accidentes de tráfico.
Los sucesos de paradas cardíacas requieren de una actuación rápida para garantizar la supervivencia de la víctima ya que de ello dependerá que el acontecimiento derive en un desenlace fatal. Según estudios científicos, cada minuto que transcurre sin actuación va restando un 10% de probabilidad en la supervivencia de la víctima. Todo ello se agrava más cuándo se analiza la falta de información y formación en la población en general en técnicas básicas de primeros auxilios y el tiempo medio de respuesta de los servicios de emergencias avanzados en Andalucía (10 minutos).
Por ello, las administraciones locales tienen un componente alto de responsabilidad en preservar la seguridad de sus principales instalaciones públicas ante repentinos sucesos cardíacos; en este sentido se ha dado un primer paso por parte del Ministerio de Sanidad aprobándose un Real Decreto que tiene por objeto promover el desarrollo de medidas de cardioprotección en espacios públicos donde se concentre o transiten un importante número de personas.
Las herramientas existentes para dar respuesta ante una situación de emergencias de esta importancia, y que están al alcance de cualquier entidad pública, son la instalación de los denominados “desfibriladores externos semiautomáticos” (aparatos de electro medicina que permiten revertir una situación de parada cardíaca a través de una descarga eléctrica segura) y de la formación en técnicas de reanimación cardiopulmonar y uso del desfibrilador por parte del personal que esté en contacto con la ciudadanía (policía local, protección civil, monitores deportivos, etc.….).
¿A qué esperan las autoridades publicas para reducir el número de muertes por esta circunstancia?
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