CROCANTES BUÑUELOS DE ACELGA

Las acelgas siempre son un plato difícil de digerir para los más chicos, y es que muchas veces la presentación de estas hierbas no inspira demasiado al apetito de los niños. Pero aunque la apariencia no sea la mejor, las acelgas son muy nutritivas y su valor alimenticio es bastante alto, así que hay que hacer que los chicos las coman…, y los grandes también

pensando en esto, se han creado varias recetas de acelgas, presentándolas de maneras diferentes y originales.  Esta es una de esas recetas, hecha especialmente para que las acelgas luzcan lo más genial posible, y que su sabor siga siendo incomparable.  
Una deliciosa presentación para tus acelgas
Una deliciosa presentación para tus acelgas


Ingredientes


1 taza de harina de garbanzo
10 hojas grandes de acelga fresca
1/2 cebolla
Zumo de limón
1 cucharadita de bicarbonato
1/2 cucharadita de cúrcuma
1/2 cucharadita de cilantro
1/2 cucharadita de comino
Un poco de pimienta
Sal a gusto
La harina de garbanzo no es obligatoria, pero le da un toque diferente a la receta
La harina de garbanzo no es obligatoria, pero le da un toque diferente a la receta

La harina de garbanzo sale mucho en mis recetas, aunque no es obligatoria y puedes usar harina de trigo sin ningún problema, la harina de garbanzo le da un toque adicional de sabor y la textura es ligeramente distinta, además que su valor nutricional es un tanto mayor.  

A cocinar


Lava y trocea la acelga.  Es mejor que la rasgues con las manos o con utensilios plásticos, ya que hacerlo con cuchillos de metal altera el sabor de la planta.  Ahora pica finamente la cebolla  En un bol agrega la acelga, la cebolla, la harina, la cúrcuma, el cilantro, el comino, el zumo de limón, la sal y pimienta al gusto y revuelve bien.  
Trocea tus acelgas con las manos, para no afectar su sabor
Trocea tus acelgas con las manos, para no afectar su sabor

A continuación agrega el bicarbonato, y ve agregando agua poco a poco, trata de conseguir una mezcla suave y ligeramente húmeda.  Deja que repose 10 minutos y empieza a formar buñuelos, procura que no sean demasiado grandes o costará mucho freírlos.  Ahora en una cazuela con aceite hirviendo ve metiendo los buñuelos, moviendo constantemente para que no se peguen.  Una vez dorados de todos lados, retira los buñuelos y ponlos en toallas de papel absorbente para retirar el exceso de grasa.  Acompaña con arroz, quinoa o tu ensalada favorita.  Comenta y comparte. 

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